transparente.png

Hola, soy Lucero mamá y coach personal y ejecutivo comprometida con ayudar a otras mamás a convertir los retos de la maternidad en una oportunidad de autonocimiento.

img_sobremi_roto.jpg
detalle.jpg

MI CAMINO

Antes de que nacieran mis dos hijos trabajaba en una empresa norteamericana. Como licenciada en Relaciones Internacionales, tenía un buen puesto en el departamento de logística internacional. Me gustaba lo que hacía pero cuando me quedé embarazada, surgieron una y mil preguntas en mi mente:

- ¿Cómo iba a conciliar familia y trabajo?

- ¿Debía escuchar a mi anhelo de ser madre al 100% y aparcar unos años el ámbito laboral?

- ¿Quería gestar a mi bebé en un ambiente laboral con mucho estrés?

Y así fue como me encontré en una encrucijada ante la que la mayoría de las mujeres nos encontramos antes o después:

¿Sigo a mi instinto y corazón, que me piden dedicar tiempo de calidad a la crianza?, ¿o sigo a mi mente racional que me indica que lo mejor es no abandonar mi camino profesional?

Aunque no fue fácil, tomé la decisión de no continuar en la empresa y entregarme de lleno a mi rol de madre.

 

LOS RETOS DE LA MATERNIDAD


 
 

La etapa bebé la viví como una de las más felices de mi vida. Estaba realizando uno de mis grandes sueños, sin embargo, cuando mi hija tenía 3 años llegó su hermanito, y  empecé a notar con más intensidad los retos de la maternidad:

  • Estaba cansada: la falta de sueño empezó a pasarme factura, me sentía desbordada y exhausta.
  • Me exigía demasiado: quería abarcarlo todo. Intentaba seguir la misma rutina que antes de ser mamá.
  • Mi cuerpo había cambiado: debido a mis 2 embarazos empecé a sentirme menos atractiva y esto afectó a mi autoestima.
  • Mi relación con mi marido se vio afectada: la dedicación a la crianza y mi menor autoestima afectaron a la conexión con mi pareja.
  • Me sentía sola: la maternidad, aunque maravillosa, aísla. Actualmente se ha perdido el sentido y el apoyo de la tribu, de esas mujeres que antaño criaban a sus hijos juntas y se apoyaban en el día a día.
  • Pérdida de equilibro personal: Mi rol de madre me absorbió por completo, no dando lugar a ver mis necesidades como mujer.
 

Mirando hacia atrás, ahora me doy cuenta de que quería hacerlo todo, y quería hacerlo todo bien. Ser la mejor mamá, la mejor pareja.

Mis estándares eran tan altos, que no los podía cumplir.

El resultado fue que mi carácter empezó a cambiar, estaba más irritable que nunca. Notaba que tenía algo dentro a punto de explotar en cualquier momento, bastaba a veces la más mínima tontería para descargar con actitudes desproporcionadas a la situación, con el sentimiento de culpa posterior. 

Me entristecía no reconocer a esa Lucero alegre y feliz que disfrutaba al estar con sus hijos y su marido. Y me dolía ver que empezaba a repetir inconscientemente patrones aprendidos de mi infancia que no resonaban con mis valores actuales a la hora de educar.  

 
detalle2.jpg

LA OPORTUNIDAD DE LA MATERNIDAD

Hasta que me di cuenta de que si quería ver un cambio, tenía que hacer cambios. Y éstos empezaban conmigo misma. Necesitaba recolocar otra vez mi ser, volver a mi centro, reencontrarme para sentirme bien conmigo y por ende con los demás. 

Así que decidí comenzar a trabajar en mí a través de cursos de Inteligencia Emocional y Coaching que me ayudaron a encontrar un equilibrio en mi vida y recuperar las cosas que me había dejado en el camino. 

Al decidir trabajarme YO, esto tuvo un impacto positivo en mi pareja y en mis hijos. 

 
detalle transparente.png

Gracias al camino recorrido hasta hoy, mi deseo de convivir en un ambiente familiar en armonía es una realidad.

 
img_sobremi_banco.jpg
 

Por eso también decidí formarme como Coach personal y Ejecutivo, porque vi la necesidad de acompañar a las mujeres y ayudarlas a que encuentren alineación y equilibrio en sus vidas.

Porque sé que cuando una mujer se pone primero, se conoce e inicia un cambio personal, puede regalarse a sí misma, a su pareja y a sus hijos la mejor versión de ella misma.

Sin expectativas, sin deberes ni obligaciones auto-impuestos, sino por el placer y la alegría de DISFRUTAR EL CAMINO DE LA MATERNIDAD Y LA VIDA.

 

Esto dicen de mi:

 
Antes de iniciar con mis sesiones de coaching tenía muchas frustraciones. Con Lucero conseguí poner orden en mi vida, ponerme retos y alcanzarlos. En lo que más me ayudó fue a valorarme, a sacar mi lado positivo y dar a conocer lo mejor de mí a los demás
— Sandra, España.
Mi principal problema era el miedo ante la vida. Lucero me ayudó a tomar conciencia de lo que me frenaba y a ser capaz de dar los primeros pasos hacia mis objetivos más deseados. Con ella aprendí a quererme más y a sentirme merecedora de tener éxito en la vida. Logré publicar mi primer libro, encontré al amor de mi vida y empecé en una nueva profesión que me llena por completo.
— Katalina, Japón.
Lo que me llevó a Lucero es que me sentía insegura de mí misma. Al trabajar con ella pude empezar a ver las cosas de una manera más objetiva. Fui capaz de observar los hechos eliminando juicios y a partir de ahí empecé a ganar más seguridad y a quererme más.
— Paloma, España.